FIN DE MI VIAJE A AMSTERDAM
Pues nada otra vez de nuevo en mi destino. Han sido unos días fantásticos, cosa que se agradece, con la de cosas que pasan todos los días de desagradables. Me ha embrujado Amsterdam.
Pensaba que no me iba a gustar tanto, y es una ciudad con tal contraste de barrios, de bicicletas, tranvías, museos, la casa de Ana Frank, vida nocturna, que te deja perplejo.
Mucho frío, eso sí, pero ha merecido la pena pasarlo. Me ha llamado mucho la atención la libertad que hay para ciertas cosas, que en otros países todavía las vemos un poco raras. Pero luego muy respetuosos, tanto con ellos mismos como con los que vamos de fuera.
El Barrio Rojo, muy concurrido, tanto de hombres como de mujeres, que vamos a curiosear, por que hay tal variedad de garitos, y cristaleras donde se exhiben las señoritas de compañia que no deja a nadie indiferente. Con el contraste de la Iglesia de San Nicolás justo enfrente.
Sus famosos coffee shop( donde van a comprar la mayoría gente joven su marihuana para su propio consumo) y donde venden productos hechos con marihuana.
Los locales donde venden ropa para gays, sadomasoquistas, condonerías ( si si como lo leís ) en mi vida había visto una, muy llena, por cierto de gente a comprar cosas raras.
Pues como estáis leyendo me he recorrido varias rinconcitos, tomando nota de montones de cosas y fotografiando lo que me dejaban, pues las tiendas algunas no me dejaban.
Y las boutiques una pasada, todas las firmas ubicadas en la misma calle, impecables, y los escaparates con mucho gusto.
Las casas son un encanto, muchas sin cortinas, con plena libertad de sus propios movimientos, y la gente educada.
Bueno pues hoy os dejo unas imágenes de mi regreso y en los próximos días os pondré fotos de la ciudad.
Que disfrutéis igual que yo. Besos.
Pues nada otra vez de nuevo en mi destino. Han sido unos días fantásticos, cosa que se agradece, con la de cosas que pasan todos los días de desagradables. Me ha embrujado Amsterdam.
Pensaba que no me iba a gustar tanto, y es una ciudad con tal contraste de barrios, de bicicletas, tranvías, museos, la casa de Ana Frank, vida nocturna, que te deja perplejo.
Mucho frío, eso sí, pero ha merecido la pena pasarlo. Me ha llamado mucho la atención la libertad que hay para ciertas cosas, que en otros países todavía las vemos un poco raras. Pero luego muy respetuosos, tanto con ellos mismos como con los que vamos de fuera.
El Barrio Rojo, muy concurrido, tanto de hombres como de mujeres, que vamos a curiosear, por que hay tal variedad de garitos, y cristaleras donde se exhiben las señoritas de compañia que no deja a nadie indiferente. Con el contraste de la Iglesia de San Nicolás justo enfrente.
Sus famosos coffee shop( donde van a comprar la mayoría gente joven su marihuana para su propio consumo) y donde venden productos hechos con marihuana.
Los locales donde venden ropa para gays, sadomasoquistas, condonerías ( si si como lo leís ) en mi vida había visto una, muy llena, por cierto de gente a comprar cosas raras.
Pues como estáis leyendo me he recorrido varias rinconcitos, tomando nota de montones de cosas y fotografiando lo que me dejaban, pues las tiendas algunas no me dejaban.
Y las boutiques una pasada, todas las firmas ubicadas en la misma calle, impecables, y los escaparates con mucho gusto.
Las casas son un encanto, muchas sin cortinas, con plena libertad de sus propios movimientos, y la gente educada.
Bueno pues hoy os dejo unas imágenes de mi regreso y en los próximos días os pondré fotos de la ciudad.
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